Somos apasionados del chocolate y siempre estamos cazando este delicioso manjar en cualquier tienda a la que vamos. En esta búsqueda, nos encontramos con dos grandes grupos: los chocolates baratos y los chocolates caros. Los primeros son golosinas en empaques de todos tamaños y colores, los segundos generalmente son barras en empaques sobrios o bombonería seleccionada en algún empaque distinguido. Pero, ¿se trata solamente de una estrategia de mercadotecnia o en qué radica realmente esta enorme diferencia de precios?
En el mercado podemos encontrar, a grandes rasgos, dos calidades de chocolate: gourmet (o chocolate fino) e industrial. Un chocolate gourmet se prepara a pequeña escala con las habilidades humanas de un maestro chocolatero, mientras que el chocolate industrial tiene una producción masiva usando máquinas en enormes fábricas. Aunque esta es la más evidente diferencia, existen otras más que son abismales:
AROMAS Y SABORES
Los aromas y sabores de un chocolate fino provienen del mismo cacao, de sus características propias de acuerdo a su origen y del tratamiento que se le da para convertirse en chocolate. Los maestros chocolateros se esfuerzan en encontrar el cacao ideal para el chocolate que tienen en mente y a menudo también se esfuerzan por pagar el precio justo a las fincas de cacao.
Por su parte, los chocolates industriales son preparados con cacao comprado al por mayor. El esfuerzo, en estos casos, se enfoca a conseguir las semillas que permitan obtener el mayor beneficio económico, sin importar realmente el origen o el tratamiento que se les haya dado. En realidad, estos chocolates serán saborizados con ingredientes artificiales, por lo que la calidad del cacao no es muy relevante.
PUREZA
Los chocolates finos utilizan sólo unos pocos ingredientes y son de alta calidad. Generalmente se reducen a cinco ingredientes o menos: cacao, azúcar, vainilla real y en ocasiones lecitina de soya. Mientras que la industria utiliza espesantes, colorantes, conservadores, vainillina (saborizante artificial) y otros tantos ingredientes impronunciables.
MANTECA DE CACAO
La manteca de cacao es una grasa vegetal nutritiva y de alta calidad que se encuentra dentro de las semillas de cacao. Comúnmente, los maestros chocolateros agregan más manteca de cacao a sus chocolates dependiendo de la textura y el sabor que quieran obtener.
En las grandes fábricas de chocolate, lo más común es extraer la manteca de las semillas de cacao para revenderla a la industria cosmética, y en cambio agregan a sus chocolates otro tipo de grasas de menor calidad y precio.
Cuando se conocen los procesos para obtener estos productos de chocolate, quedan claras las diferencias. Se entiende que el resultado final sea diferente y por lo tanto, también el costo. Los chocolates industriales generalmente poco tienen de "chocolate" y son más bien golosinas que resultan baratas, pero que no satisfacen al paladar ni a la salud: obtendrás un producto comestible con un sabor plano y un aroma artificial que recuerda al malvavisco.
En cambio, un chocolate elaborado en pequeña escala con ingredientes puros y un alto porcentaje de cacao, tendrá una amplia gama de aromas y sabores complejos que provienen del mismo cacao y la mano del chocolatero. Valdrá la inversión por ser toda una experiencia de sabor y, además, estarás consumiendo un alimento nutritivo.
Ahora puedes ser un consumidor informado y sabrás lo que te espera al comprar un chocolate. El costo es uno de los elementos clave que delata a un chocolate fino o, por el contrario, a un chocolate hecho en serie. Sin embargo, la mejor manera de saber si lo que estás adquiriendo vale su precio, es leer las etiquetas, identificar los ingredientes, conocer los procesos o conocer al maestro chocolatero detrás de ellos.