Atlaquetzalli del altiplano mexicano
Hablaremos ahora de una bebida enigmática, cuyo consumo no es tan popular y que pocos son quienes se han encargado de mantenerla viva: Atlaquetzalli. Esta hermosa palabra significa "agua preciosa" y existe desde tiempos remotos, con origen en la antigua Tenochtitlán y la región Teotihuacana.
En el Códice Florentino, Fray Bernardino de Sahagún relata que el Atlaquetzalli se vendía en los mercados y explica a detalle lo que contiene y cómo es que se preparaba: semillas de cacao, chiles, orejuela, teonacaztle, vainilla, acuyol, miel de abejas silvestres, flor de magnolia y hoja santa se muelen, se remojan, se filtran y se espuman para obtener una bebida rojiza, espumosa y amarga que se ofrecía a los señores de linaje y era la favorita en ceremonias nupciales.
Hoy en día quienes siguen preparándola, han cambiado un poco la receta: cacao, pétalos de flor de magnolia, hoja santa, pimienta y chile para obtener una bebida fría, especiada y poderosa, un brebaje mágico.
En la época prehispánica, las bebidas hechas con cacao eran consideradas bebidas sagradas, fuente de sabiduría espiritual, energía corporal y potencia sexual. Desde entonces cargan con una mística afrodisíaca. Según las crónicas, el cacao era consumido en grandes cantidades por Moctezuma para tener energía suficiente con las mujeres de su corte; también se dice que Nezahualcoyotl bebía 80 jícaras de cacao a la semana y cada una era llevada por una doncella distinta.
Tener acceso a una receta prehispánica escrita es algo muy interesante, pero lamentablemente no es común encontrar la bebida preparada. Si tienes la oportunidad de encontrar quien prepare Atlaquetzalli, no dudes en dar una probada a esta bebida ancestral.
FUENTE:
(1) Revista Arqueología Mexicana, Edición especial, 2003.
(2) https://www.mexicodesconocido.com.mx/el-codice-florentino.html